* Desvelando la Oscuridad en Nicolás Romero: 15 personas fallecidas
Agencia MANL
Nicolás Romero, Estado México, ha sido sacudido por una serie de horrores que revelan la profundidad de la corrupción y la violencia acechando en las sombras. Un total de 15 personas, incluyendo nueve policías municipales, han sido detenidas en relación con un oscuro episodio de asesinatos brutales y presuntos vínculos con el peligroso Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Las atrocidades descubiertas son inenarrables: nueve operadores por aplicación, un conductor de transporte escolar y un mecánico fueron asesinados de manera cruel, maniatados, torturados y en algunos casos decapitados y descuartizados. Sus cuerpos fueron arrojados a dos pozos con una profundidad de 50 metros, como si fueran desechos sin valor.
Entre los detenidos se encuentran figuras prominentes de la fuerza policial local, como Hugo Adrián “S”, subdirector de Seguridad Pública del municipio, y Joel Efrén “L”, técnico operativo de la misma corporación. Estos individuos, que deberían velar por la seguridad y protección de la comunidad, ahora enfrentan acusaciones de participación en estos crímenes atroces. Además, otros siete policías municipales, identificados como Diego Eduardo “R”, Alejandro “J”, María Isabel “A”, Jesús Fernando “V”, Anallely “G”, Daniel “H” y David “A”, han sido relacionados con delitos de obstrucción de la justicia y resistencia a particulares, todos ellos en activo en Nicolás Romero.
Las investigaciones han revelado una conexión alarmante: los implicados forman parte de una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Esta revelación arroja luz sobre la infiltración del crimen organizado en las instituciones encargadas de mantener la ley y el orden en la región.
El descubrimiento de una fosa clandestina en la colonia Bulevares del Lago ha sido el punto de partida para desenmascarar esta red de corrupción y violencia. Hugo Adrián “N”, subdirector de la Policía Municipal de Nicolás Romero, fue detenido el pasado 7 de mayo por su presunta vinculación con este horrendo crimen. Ya contaba con una orden de aprehensión por homicidio calificado, lo que refleja la profundidad de su implicación en actos delictivos.
Este sombrío panorama ha dejado al descubierto una verdad dolorosa: la corrupción y el crimen organizado han permeado las estructuras de seguridad en Nicolás Romero. Aún quedan órdenes de aprehensión vigentes contra otros servidores públicos y funcionarios relacionados con estos hechos delictivos, lo que sugiere que la lucha contra esta red de maldad apenas está comenzando.
En medio de la tragedia y la indignación, la comunidad de Nicolás Romero clama por justicia y por un cambio radical en las instituciones encargadas de protegerlos. La violencia y la corrupción no pueden convertirse en el legado de esta generación; es hora de tomar medidas firmes para erradicar este mal y restaurar la paz y la seguridad en nuestras calles.
